El abanico es bien amplio, pues abarca tanto a enfermedades psiquiátricas como neurológicas, y en este continuo emerge la neuropsicología. Disciplina que no se conforma con explicar cómo el repertorio de conductas del ser humano tiene un correlato o sustrato neural que lo hace posible, sino que desarrolla actuaciones específicas para intervenir sobre estos patrones neuronales. Estas actuaciones son, claro está, los programas de estimulación o neurorrehabilitación cognitiva, que tienen como objetivo a personas (desde bebés a ancianos) con algún tipo de daño cerebral. Otros tipos de intervención se abren paso, como los programas de potenciación cognitiva, mejora del rendimiento profesional y académico, intervenciones educativas basadas en modelos de funcionamiento cerebral, y un largo etc.